domingo, 29 de mayo de 2011

El Västeras de antes...en Vallby Museum

Ayer sábado, a pesar de que el tiempo no acompañaba, puesto que estaba lloviznando y hacía un viento increíble (que hizo volar mi toalla desde el balcón y nunca más se supo de ella) nos fuimos a un museo que se encuentra en el barrio llamado Vallby. Se trata de un museo al aire libre al cual además es gratis entrar en el que se puede ver cómo la gente vivía antes en esta bonita ciudad llamada Västeras. Lo primero que vimos cuando llegamos fueron como unas carpas en la entrada, típicas carpas de feria en las que piensas que te van a regalar algo y como cámaras de televisión, algo sucedía ahí. Se oía música, una música un poco...y este era el grupo que tocaba y cantaba en el antiguo escenario en el que Amelia y yo actuamos unos meses atrás:


Y este es el grupo que actuaba ayer:


Se trataba de un grupo musical como infantil pero al más puro estilo sueco, y es que aquí son sosos hasta para los niños. Resulta que había como unos animadores que obviamente intentaban que los niños lo pasases bien, cantasen, diesen palmas pero...sin mucho éxito la verdad. Además de eso como puede verse en la imagen, el despliegue de medios era una locura, mogollón de cámaras etc...y todo ¿para qué? si los niños no hacían ni caso. Desde luego, creo que prefiero trabajar con niños en España que por lo menos parecen más animadillos.

Continuando con nuestra visita al museo de Vallby, en el que podemos encontrar animales domésticos a modo de zoo en el que puedes ver cerdos gigantes (que parecen mutantes):

También hay vacas tan saladas como estas:



Estos de aquí arriba fueron mis compañeros de visita, Luis (amigo de Elena), Elena y Laura, con la que había ido la primera vez a este museo cuando aún estaba todo lleno de hielo y nieve, ahora sin embargo todo es verde verde precioso. Pero sin duda los animalitos más monos de todo el museo eran unas cabritas pequeñitas que apenas podían andar, pero eran tan abrazables...


En este museo también pueden verse las típicas casitas rojas de madera que son tan comunes, y en las que a veces pueden subirte a echarte algunas fotos. Además hay como una "plaza del pueblo" en la que ayer había como unos puestos en los que realmente no se veía qué estaban haciendo, si vender, ofrecer o el qué.



Como se ve en toda plaza del pueblo siempre está la cabina de teléfono, pues estos suecos no iban a ser menos y ahí la tenían.


Tras nuestra visita al museo, nos fuimos a una zona cercana en la que hay unas casitas típicas suecas y que son pequeñitas aún no entiendo por qué motivo. Mi hipótesis es que son casas que los suecos usan como casas de campo pero no para pernoctar porque yo creo que en ellas no cabe cocina, baño, y dormitorio, o quizá sí, quién sabe. Estas casitas se encuentran en el borde del río y una calle de tierra separa unas de otras. Son de diversos colores, rojas, amarillas, azules pero todas ellas tienen unos jardines realmente cuidados y preciosos.



Algunos jardines son realmente cuidados al mínimo detalle, como este en el que se pueden ver objetos curiosos como ese muñeco construido completamente con macetas...


O este molino típico de madera...


En esta otra foto se ve hecho con un tronco un búho de madera y otro muñeco con macetas. Todas estas cosas se encontraban dentro del mismo jardín!


Otros jardines tenían también cosas curiosas como estas manos saliendo de la tierra, pero no era el único jardín con esto...no sé qué simbolizará...y ese cangrejo ahí flotando de la nada?
 

Estas casas son perfectas para los domingueros, una barbacoa con la familia o los amigos, tomar el sol, un café, una siesta, trabajar en el huerto... Porque hay que ver que cenadores tienen algunas de ellas, que dan ganas de quedarse ahí toda la vida...


Cercano a esta bonita estampa de casitas preciosas, se encuentra un enorme cementerio que hasta eso es precioso y está perfectamente cuidado el césped y las flores en las lápidas, es increíble lo que se preocupen los suecos de los jardines, aunque imagino que si una importante parte del año están cubiertos de nieve, cuando por fin ésta se va, ponen todo su empeño en cuidarlo. Como en todos estos lugares, había un campanario de estilo vikingo.




Con todas estas imágenes de jardines, zonas verdes animalitos, naturaleza etc pasé el sábado por la mañana. Y es que aquí es todo naturaleza, de pronto en medio de la ciudad hay un bosque, pero no un parque con árboles, un BOSQUE, es increíble, o como les gusta decir a los americanos "this is awesome"! :p 

Finalmente, con esto y un bizcocho...


lunes, 23 de mayo de 2011

Un solo mes

Bueno hace mucho mucho tiempo que no actualizo este blog! La verdad que lo tengo un poco olvidado, pero hoy haré una entrada corta pero intensa ya que tengo mucho trabajo que hacer pero aún así me siento inspirada.

Tan solo me queda un mes en Suecia, por un lado tengo ganas de volver a casa pero por otro sé que voy a echar de menos muchas cosas de aquí, como por ejemplo, sentirte seguro cuando vas por la calle, nadie te mira raro y si llevas la mochila a la espalda por el centro de la ciudad, lo más probable es que nadie intente abrírtela como pasaría en Madrid si vas por Sol. También echaré de menos el vivir sola, se vive bien y creo que he conseguido apañarme con nota de sobresaliente, he cocinado comidas caseras como las de mi mamá, he mantenido la habitación bastante ordenada y limpia la mayor parte del tiempo etc. Pero como he dicho, también tengo ganas de volver, de estar en casa, de poder estar con mi familia, con Jaime y con mis amigos; tengo ganas de poder salir a la calle sin abrigo ni sudadera, con sandalias y camisetas de tirantes, de poder sentarme en una terraza a tomar algo. 

Bueno como bien he dicho aún queda un mes, así que no hay que ponerse melancólico tan temprano, ahora es tiempo de trabajar porque es la recta final, ahora es cuando tenemos que entregar trabajos, hacer presentaciones y esperar las notas (esperemos que sean aprobados).

Finalmente el año que viene mi proyecto será en Madrid, en el CEDEX. Estoy contenta aunque no me hubiera importado otro año fuera de España pero las circunstancias son las que son y hay veces en esta vida que hay que conformarse con lo que uno puede. 

Desde mi última entrada, han pasado bastantes cosas, ya no hay nieve ni siquiera en el lago, ahora está precioso, lo que me ha permitido de vez en cuando irme a sacar algunas bonitas fotos:



También he tenido la oportunidad de conocer bonitos sitios por aquí cerca como la isla de Björno que es una isla a la que se puede acceder mediante un puente y toda ella es Reserva Natural. Debido al buen tiempo que tuvimos hace unas semanas, pudimos disfrutar de más de un día de barbacoas, en las cuales solo comíamos salchichas y hamburguesas (lo que daría yo por un choricito fritito...) pero también nos hicimos fotos saltando como esta

Así han transcurrido los días entre paseos por el lago y por el puerto, en una zona a la cual mi amigo Guillaume le gusta llamar Beverly Hills, pero que a mi me encanta porque está llena de casas increíbles, barquitos y lo mejor de todo es que es super tranquila, te sientes como si estuvieras en primera linea de playa, la gente toma el sol, hace pic nic etc.





Creo que hasta hoy esto ha sido todo, ha sido una entrada un tato reflexiva pero espero que al menos la primavera en Västeras os haya dejado un poco impresionados sin compramos estas fotos con las del invierno.

miércoles, 13 de abril de 2011

Capital de Escandinavia con Jaime

Tras muchos días sin actualizar el blog al fin, hoy encuentro la motivación y la inspiración para hacerlo.

El día 1 de Marzo, teníamos los billetes de autobús para irnos a Estocolmo, la capital de Suecia, ciudad que en algunos sitios se conoce como la Venecia del Norte, por el hecho de que se encuentra localizada sobre islitas y rodeada por todos lados de agua.

Debido al madrugón, una vez que llegamos a la estación, tuve la necesidad de un café, porque entre el mareo del autobús y el atasco que sufrimos, sí, atasco en Suecia, apenas increíble pero había atasco a la entrada de Estocolmo, no había sufrido nada igual desde que salí de España, y es que aquí como siempre voy en bici a todos lados, pues no echo de menos el coche para nada de nada. Puede verse a la perfección mi cara de una mezcla entre mareo y sueño...


Además hacía un frío increíble, solo hay que ver cómo iba Jaime de abrigado.




A pesar de que llevábamos la guía que me habían regalado mis queridos cedrunos y que yo había seleccionado lo que debíamos visitar, nos acercamos a la oficina de turismo a coger un mapa (me encantan los mapas)



Cómo no, lo primero que visitamos en cuanto llegamos (superando las dificultades de la nieve y el frío), fue Gamla Stan, o bien la Old Town, o en castellano la ciudad vieja. Es una islita en la que se encuentra el Palacio Real y que es el edificio principal de la ciudad. Allí pudimos hacernos alguna foto los dos juntos, rodeados de nieve y con un fondo totalmente congelado.


Mientras esperábamos a las 12 de la mañana, hora en la que se produciría el cambio de guardía, pudimos dar un paseo por las bonitas calles de Gamla Stan, que como toda ciudad antigua está llena de tiendas de Souvenirs en las que se vendían algunas cosas curiosas, como CD´s, creo que debe ser de las pocas tiendas de discos que queden.


O relojes de colores que sé que a más de una le gustaría que le hubiese comprado uno, pero bueno se pueden comprar en cualquier chino ¿no?


Y para ir abriendo el apetito unos suculentos bollitos de chocolate mmmmmm


Pero sin duda lo más llamativo para mi, son las postales que venden en todas las tiendas de recuerdos, las hay con paisajes preciosos de la ciudad pero es que también las hay con la familia real sueca, ¿alguien se imagina en España una postal con el Rey, Sofía, Felipe y las infantas?



Así caminando entre las calles nos dieron las doce del mediodía, hora del cambio de guardia. Nos presentamos en el Palacio Real, bien abrigados porque teníamos que estar parados mientras se realizaba. Un guardia salió y explicó en sueco y también en inglés cómo se sucedía y en lo que consistía, lo cierto es que no me enteré demasiado, y no porque no tenga ni papa de inglés, sino porque el frío tenía mis neuronas congeladas y no era capaz de concentrarme en lo que estaba diciendo, vaya que si lo hubiera explicado en castellano tampoco me habría enterado de nada! 



Los apuestos Guardas reales realizaron el cambio y tras esto nosotros más o menos como cubitos de hielo, decidimos que teníamos que ir a comer. Pero nos fue totalmente imposible comer de picnic como habíamos pensado y preparado, así que decidimos elegir un Mc Donalds, muy a nuestro pesar, eh Jaime!


Después de comer, teníamos pensado dirigirnos al Museo Vasa, que se encuentra en otra isla diferente, se llama Djurgarden, y en el camino hacia allí pudimos ver lo precioso que es Estocolmo y el encanto que se observa en cada una de sus calles.




Caminábamos al lado del agua donde había muchos barcos amarrados.


E incluso algunos animales sobrevivían al frío.



Cuando llegamos a la isla que he comentado, me impresionó mucho un edificio que es donde se encuentra el Nordiska Museet, museo que está dedicado a las tradiciones de los pueblos del norte de los últimos 500 años. Dentro de él pueden verse muebles, trajes, utensilios caseros y artesanales y armas. Este es el edificio:




Andando un poco más se encontraba nuestro destino, el Vasa Museet,  museo donde se exhibe la nave de Guerra Vasa, que fue mandada construir por Gustavo Adolfo II y que se hundió en el Beckholmen el 10 de Agosto de 1628. Luego en el año 1961 fue rescatada y ahora se encuentra en el interior del museo.



Este barco es honra de la marina sueca y debieron trabajar muy duro para recuperar la nave y también utensilios que se exhiben en el museo. Todo esto y más lo supimos porque realizamos una visita en la que un guía nos explicó en auténtico fast inglés como se produjo el hundimiento y cómo habían recuperado el barco etc. Y es que aquí en Suecia la gente habla bastante bien inglés, por lo menos entienden y saben explicar las cosas, pero lo del guía era tremendo, hablaba muy bien, rápido y con palabras raras; pero además de eso en su chapita llevaba escrito que también sabía alemán. Alucino con la gente, yo también quiero saber idiomas.


Volviendo al barco,  en el museo había también una maqueta de como debía ser el barco



Tras salir del museo Vasa, con calorcito en el cuerpo y la vejiga vacía, que es importante ya que en muchos aseos como el de la estación o el del Mc Donalds hay que pagar por usarlos, nos dimos una vueltecita por el resto de la isla viendo algunos edificios tan bonitos como el Museo de Biología, enclavado en un típica casita sueca.


O la embajada Española, que se ve al fondo la bandera



Tras nuestra visita a la capital de Escandinavia y con frío hasta en las uñas de los pies, regresamos a la estación de autobuses para volver a nuestra querida Västeras. Estábamos tan cansados que no pudimos evitar caer dormidos en el trayecto.

Proximamente aventura de 6+1 español@s y una americana en Tallín, cuento de hadas!

lunes, 14 de marzo de 2011

Con Jaime en Västeras

Bueno aunque ya voy con un poco de retraso, pero tengo que actualizar, esto porque se me acumulan las experiencias que contar. hace ya un tiempo que Jaime estuvo aquí y estuvimos de visitas culturales en algunos sitios.


En segundo día después de que el primer día tuviéramos que sudar los insudable por subir la maleta hasta la residencia, nos dirigimos a hacer turismo por el centro de Västeras, la que ahora es mi buena ciudad. Durante el camino que bajamos andando, Jaime estaba tan emocionado con la nieve que solo quería hacer ángeles en ella.




 Así seguimos caminando hacia el centro de la ciudad, con nuestra guía en el bolsillo tratando de culturizarnos y empaparnos de los monumentos y cosas guays que hay aquí que son unas cuantas, como la catedral por centro y por fuera.




Cuando seguimos caminando por las calles del centro nos encontramos como un show de unos niños haciendo hockey sobre hielo con un hombre que tenía un micro y decía cosas en sueco que evidentemente no nos entrábamos de nada de lo que decía pero era divertido, esta ciudad empezaba a tener vida en la calle, algo que cuando llegamos parecía imposible debido al frío y a la nieve, que por cierto ya va quedando muy poquita.


En esa misma plaza había un puesto callejero en el que se vendían como cacharros (si parece que había vida ¿veis?)




También nos hicimos las típicas fotos de los turistas en los paisajes más típicos de aquí que la verdad, son preciosos, aunque seguro que un día de sol serán todavía más. Es la típica calle que sale en todas las postales con el río helado o con el río líquido (hay para todos los gustos).


Al final de este día pasamos por la universidad (de la que Jaime quedó encantado por las tecnologías que emplean para imprimir, fotocopiar etc...) y como no habíamos visto nieve suficiente decidió sentarse en un banquito cual abuelo a verlas venir.




No cayó en la cuenta de que cuando se levantase tendría el culete empapado puesto que la nieve, aunque no lo creáis moja también! jajajajaja, fue muy divertido.


Y así termino este maravilloso día de turismo por Västeras.


Los días que siguieron tampoco tuvieron desperdicio, al día siguiente nos pusimos en camino en compañía de Gon al Ikea! Si sí un IKEA sueco (que vamos son todos igual en España en Suecia o en la Conchinchina) o eso creo yo porque el de España no tiene nada que envidiarle a este. Bueno mejor dicho, lo único que podría envidiarle son l@s wap@s dependdientes rubios que atienden o a veces morenos de bote, porque aquí al contrario que en España, la gente se tiñe de moreno en vez de rubio. Ya sabemos, siempre queremos lo que no tenemos...en fin, que nos fuimos al IKEA.



También en compañía de Gon nos hicimos una escapadita al Lago Marälen, vamos el que está aquí en esta ciudad, pero de camino nos encontramos con algo curiosísimo que hay en esta ciudad, y es que hay un hotel encima de un árbol, solo tiene una habitación y por lo visto te suben la comida y eso con unas poleas y una cuerda que hay pero lo que desconozco es cómo te suben a ti para que puedas dormir allí arriba, quizá sea mediante la polea esa, ni idea.



Así llegamos al lago que cómo no estaba congeladísimo y pudimos caminar por encima e incluso la gente había esquí de fondo...




Pues hasta aquí este día.

Otra cosa diferente que hicimos durante la estancia de Jaime fue que asistimos a un partido de Hockey sobre hielo, fue algo emocionante, cuando llegamos al estadio, no había ambiente de partido fuera del estadio, de hecho dudamos que hubiera partido porque no había millones de coches ni de bicis ni se oía ruido alguno (si es que estos suecos son silenciosos para todo). Pero finalmente encontramos el lugar correcto y en cuanto entramos flipamos, que ambientazo, todo el mundo cantando y animando al equipo local, del que en ese momento nos hicimos supporters! Todo el partido animando, un tío con un megáfono que empezaba las canciones... Pero hubo varias cosas que me llamaron la atención, los cambios de los jugadores se producían cada pocos minutos y por ello se dejaban la piel en el campo, además se metían unos empujones tremendos, era ensordecedor el estruendo cuando alguno chocaba contra el cristal. Y la última cosa que me sorprendió es lo largo que es el partido, hay como 3 tiempos de 20 minutos cada uno pero entre ellos el descanso dura 17 minutazos y si encima quedan empate juegan otros 5 minutos pero en este caso solo 4 jugadores de campo. Al final del partido, el equipo local ganó y los espectadores enloquecieron.



Y hasta aquí la visita de Jaime por Västeras, en la próxima entrada Estocolmo...